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Una escultura inigualable realizada en una mezcla de polvo de bronce y porcelana fría, moldeada completamente a mano y recubierta con metales nobles para darle un aspecto impecable de obra de arte.
Es una obra de las mas bellas replica de la realizada por el artista António Cánovas (Possagno, 1 de noviembre de 1757 – Venecia, 13 de octubre de 1822).
Su estilo estuvo inspirado en gran medida en el arte de la Antigua Grecia y sus obras fueron comparadas por sus contemporáneos con la mejor producción de la antigüedad, fue considerado el mejor escultor europeo desde Bernini.
En la mitología griega, las Cárites o Gracias eran las diosas del encanto, la belleza, la naturaleza, la creatividad humana y la fertilidad. Habitualmente se consideran tres, de la menor a la mayor: Aglaya (‘Belleza’), Eufrósine (‘Júbilo’) y Talía (‘Festividad’).
Las Cárites solían ser consideradas hijas de Zeus y Eurínome, aunque también se decía que eran hijas de Hera, de Dioniso, o de Helios y la náyade Egle. Homero escribió que formaban parte del séquito de Afrodita. Las Cárites también estaban asociadas con el inframundo y los misterios eleusinos.
El río Cefiso cerca de Delfos estaba consagrado a ellas, y tenían sus propias festividades, las Caritesias o Carisias que son las fiestas de “Acción de Gracias”, en las que se practicaba el banquete /convite “Charistía”, en el que se comía torta de miel llamada piramús en honor de las Cárites.
Mide 70 X 40 X 28 cm