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Preciosa escultura del Arcángel San Miguel con balanza en su mano izquierda y una espada en su mano derecha, está vestido como guerrero celestial con todos sus símbolos en su armadura, es el arcángel representante de la justicia divina.
Realizado en bronce y resina y pintado totalmente a mano en metales nobles y muy detallado.
Regalo ideal para amantes del arte escultórico religioso o para representantes de la justicia, jueces, abogados etc.
Medida 27 X 15 X 12 cm
Miguel- es parte de Los Cuatro Grandes Arcángeles. Su nombre significa “El que es como Dios” se considera el más grande de todos los ángeles, tanto en el judaísmo, como en el cristianismo y el Islam.
Miguel es el ángel incorrupto e incorruptible, es el ángel preferido del Creador y el más poderoso.
Miguel es uno de los príncipes regentes de tres de los coros angelicales: los Serafines, las Virtudes y los Arcángeles. Es también regente del Cuarto Cielo, uno de los seis ángeles del arrepentimiento, ángel de la rectitud, de la compasión, de la santificación y príncipe de la Divina Presencia.
Es también el ángel tutelar de Israel y de Alemania y se dice que fue él que dio las tabletas de los 10 mandamientos a Moisés en el Monte de Sinaí.
El nombre de Miguel proviene del caldeo, igual que Raphael.
Se dice que es el autor del Salmo 85, el cual se reza en su nombre para pedirle un milagro.
En las enseñanzas sagradas Miguel se identifica a menudo con el Espíritu Santo, debido a su gran pureza.
Miguel es regente del planeta Mercurio, del signo de Leo, del Sur y del elemento fuego en la magia ceremonial, y entre sus títulos está: Príncipe de la Luz, Príncipe de las Virtudes, Príncipe de los Arcángeles, Guardián de la Paz, Protector Divino, Comandante en Jefe de las Huestes Celestiales, Ángel Guardián de la Iglesia Católica, Ángel Guardián de Israel, Ángel de la Tierra y Príncipe de Dios, además del Archiestratega Divino. Es también el ángel que se le apareció a Moisés en el Arbusto Ardiente y el que rescató a San Pedro de la prisión y al profeta Daniel de la guarida de los leones.
Se dice que es Miguel también él que ha de bajar del Cielo en el Juicio Final con la llave del Abismo sin Fondo, donde encerrará a Satanás durante mil años.
Algunas tradiciones lo visualizan en el Séptimo Cielo rodeado de las huestes angelicales. En el Cristianismo Miguel se venera como el ángel benévolo de la muerte a través de quien es posible alcanzar el perdón de Dios y la inmortalidad.
Es el ángel que guía las almas de los fieles a la luz eterna y también el que pesa las almas en el Juicio Final y por consiguiente es el símbolo de la justicia divina.