La colección “Cuqui” es el fruto de plasmar en tres dimensiones todo aquello que la pintora mallorquina Magda Genestar ha querido expresar mediante su obra, unos exquisitos cuadros donde la ingenuidad y la delicadez del detalle son las principales características. Una encantadora colección de pequeñas esculturas diseñadas por la pintora e ilustradora y fabricadas artesanalmente en las instalaciones de Cerámicas Bellaterra de Barcelona. Estas figurillas destilan ternura por todos sus "poros", seguro que encuentras más de una que te enamorará. Enfoque de la autora: “Un día cayó en mis manos una muñeca muy especial, una muñeca de trapo. Comencé a pintar esta muñeca en mis cuadros cuando nadie lo hacía porqué para mi era la hija que nunca tuve. En mi estudio, muchas veces, abrazaba a aquella muñeca como si fuese mi niña. Cuqui es la ternura, el cariño, el amor, porqué esta muñeca era capaz de dar todo eso a una madre que nunca había tenido a su hija. He cambiado varias veces de casa, mi vida ha dado muchas vueltas, pero las muñeca siempre estaba a mi lado. Durante dos años viví sola y Cuqui siempre estaba en mi sala de estar. La muñeca llenaba un vacío y formaba parte de mi vida. Muchas veces le había hablado cuando tenía problemas; solía llamarla “Cuca” o “tesoro mío”. Ahora vuelve a estar en mi estudio que es, en realidad, el rincón donde me encuentro más a gusto”. Cada pieza está embalada individualmente en una caja de color lila diseñada también por la pintora Magda Genestar, y en cada caja, encontrarás, un pequeño catálogo con la colección Cuqui completa, una tarjeta que te permitirá hacerte miembro de “Cuqui Lovers”, y recibir la historia y las aventuras de tu figura. Magda Genestar, pintora. Este poema de la poetisa catalana Carme Rovira refleja perfectamente la vida y la trayectoria profesional de la artista Magda Genestar. Magda Genestar nació con la luz de Mallorca entre sus dedos. Ilustradora de libros infantiles crece con la ternura impregnada en sus pinceles. Barcelona. Estudiando bellas artes extrae oficio a, para su trazo posterior. Se concentra en la creación, embebida del paisaje del Maresme, sus dibujos cruzan las fronteras, Alemania, Inglaterra, Suecia y los ámbitos más lejanos del mundo árabe. Crece por dentro siendo pintora, y si es verdad que la obra explica a la artista, Magda con sus cuadros nos dice que quiere la paz, artigada sin embargo, por la inquietud y la magia de la creatividad. Minuciosa ella escoge objetos viejos para que sus temas trasluzcan el misterio de otras vidas. Estela va, de la sensibilidad al toque preciso plasmándolo en el color, que halaga a los sentidos y a las pupilas. En sus composiciones pictóricas el tiempo yace firme generoso, como un reloj de arena, que se desliza con aparente placidez, sin dejarse ni un grano en el inverso de la última pincelada. Muñecas, flores, ventanas, canastillos, objetos que nos rodean se ven elevados a la categoría de obra de arte, para hacernos cuestionar su pequeñez. Transparencia en las blondas, como ella querría para los sentimientos humanos. Apreciar al mínimo el detalle como la pincelada que nos conmueve, y se hace útil porque está creada desde el lugar, donde el corazón guía al ingenio. Ganas de mejorar el mundo, expresa crédula desde su estilo positivista. Así es Magda Genestar; así su espejo, la obra que explica una artista.