Marcel Vogel nació en 1917 y murió en 1991, en California. Fue un brillante científico y muy prolífico, que con apenas 11 años empezó a hacer experimentos químicos en su laboratorio casero. Por ejemplo, con 13 años fue capaz de reproducir la síntesis que permite a las luciérnagas producir luz.

Estudió química y física en la Universidad de San Francisco. Trabajaba por las noches para poder costearse la carrera, y además nunca dejó de investigar por su cuenta. Se especializó en el tratamiento del fósforo, en la luminiscencia y en la fluorescencia. Publicó un libro y creó su propia empresa (Vogel Luminescence Corporation), pionera en multitud de productos relacionados con los procesos químicos para la luminiscencia.

Vendió su empresa para incorporarse en IBM como investigador. Durante 27 años, obtuvo más de 100 patentes en diversos campos, como el cristal líquido, los sistemas magnéticos de almacenaje, desgasificación de líquidos, la fotoconducción orgánica e inorgánica, etc.

Cuando se retiró de IBM, fundó su propio laboratorio, Psychic Research, Inc, empezando su etapa más mística, pero sin apartarse de la ciencia. Se dedicó bàsicamente a investigar sobre el cuarzo, y estas fueron algunas de sus conclusiones:

• • Los cristales de cuarzo no tienen un poder intrínseco. Son herramientas sensibles y precisas que almacenan la bioenergía de la persona que los usa. También amplifican esta energía y la pueden transmitir a un objetivo concreto, a través de la intención o la respiración.
  • Los campos de energía almacenados en un cuarzo, encajan en la estructura del agua. Cuando la carga energética de un cuarzo es dirigida hacia un cuerpo de agua, tiene lugar una transferencia energética, causando una reestructuración de un número significativo de moléculas de agua hacia un estado de cristal líquido. Es posible medir los cambios en la conductividad del agua, los enlaces de hidrógeno, la tensión en la superfície, el pH y el punto de congelación.

Conociendo que el 65% del cuerpo humano es agua, esto explica porque estos  cuarzos establecen una relación armónica con la persona que las usa y las de su entorno.

Además, Marcel Vogel encontró la manera óptima de cortar los cristales de cuarzo, por la cual la amplificación tendía a sus máximos niveles.

Descubrió que el ángulo de la base de la punta receptora, según el, receptora de la energía universal, tenía que ser de 51º 49′ 38”, y que el ángulo de la base de la punta emisora tenía que ser mayor a este.

Éste ángulo, es el resultado de aplicar la proporción áurea a la base de la punta piramidal. Además, es el mismo ángulo que tiene la Pirámide de Gizeh, en Egipto.