Los dragones son criaturas muy especiales, son admirados y también temidos por su fuerza.

Este dragón blanco, está sentado con un porte majestuoso, puesto que es el dragón rey, se trata de una criatura gloriosa tan blanco como la nieve.

Es muy difícil resaltar todas sus características simplemente porque tiene facetas impresionantes.

La estatua se encuentra en una base de símil de piedra lo que le da toda la atención a este impresionante dragón.

 El animal es de color blanco inmaculado, sus finas escamas  poseen tonalidad vibrante mezclada  con tonos azules pues este dragón viene del  frío. 

Aún más impresionante es el nivel de detalle de esta obra, cada escama, cada cuerno, es de una precisión asombrosa. 

El dragón se levanta con sus patas delanteras, la cabeza se levanta para mirar a lo lejos, mientras que sus alas se extienden como si hubiera estado inactivo algún tiempo. La estatua está hecha a mano en resina de alta densidad, que es una resina colada fría mezclada con piedra en polvo que crea un aspecto verdaderamente distintivo y acabado.Al estar pintada a mano, le confiere un alto nivel de detalle, así como un nivel dinámico de la coloración.

La vitalidad de este dragón blanco  lo convierte en un punto de atracción instantánea, hace que esta estatua sea una gran adquisición para  una colección  de dragones realmente impresionantes.

Medida 20 cm