VIRGEN DE SAN LORENZO (PATRONA DE VALLADOLID-GIORDANO DI PONZANO

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VIRGEN DE SAN LORENZO-GIORDANO DI PONZANO

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Figurilla de la Virgen de San Lorenzo, realizada en resina de alta densidad policromada en colores azules, rojos y dorados.
Una bella imagen de la Virgen de los aguadores y patrona de Valladolid.
Un regalo entrañable y lleno de fe para el ser querido, una bella forma de hacerte una capilla para tus oraciones, queda perfecta en cualquier rincón del hogar o negocio.
Medida 20 cm

La historia de la Virgen de San Lorenzo, cuya festividad como patrona de Valladolid se celebra el 8 de septiembre, es una de tantas leyendas marianas referidas al tiempo de la Reconquista. Según la tradición, hacia el año 1091 llegó a Valladolid un religioso procedente de la población toledana de Consuegra, que huyendo de los ataques musulmanes portaba a lomos de una mula una imagen de la Virgen con el Niño que había preservado del saqueo y destrucción y que escondió en una pequeña cueva a orillas del Pisuerga.
 En 1125, fue descubierta por un pastor cuando su rebaño pastaba junto a la ribera, en una zona próxima a la puerta de la muralla llamada de los Aguadores, por ser donde los trabajadores de este gremio bajaban al río a por el agua que después distribuían con carros y animales por la ciudad. La imagen, cuya aparición fue calificada de milagrosa, estuvo colocada presidiendo aquella puerta y comenzó a ser venerada como Virgen de los Aguadores.


A mediados del siglo XII, gozando la imagen de gran veneración popular, fue trasladada a una cercana y pequeña ermita, localizada a extramuros, que estaba dedicada a San Lorenzo. Ante el aumento de su devoción y la propagación de su fama milagrosa, en 1485 el regidor y merino don Pedro Niño decidió construir sobre la ermita una iglesia de nueva planta con la misma advocación, tomando la imagen desde entonces la denominación de Virgen de San Lorenzo. Pasó a presidir la vieja ermita donde era venerada por el pueblo en general y especialmente por los aguadores, siempre temerosos de las amenazantes crecidas del Pisuerga.
En la nueva parroquia de San Lorenzo tuvo la imagen su acomodo y la veneración como intercesora en acontecimientos extraordinarios con la Virgen del Pozo, una pintura colocada en un caserón contiguo a la iglesia a la que también se atribuyeron prodigios. Lo cierto es que la Virgen de San Lorenzo, siempre ha estado ligada a los problemas del agua en la ciudad, siendo requerida tanto en casos de inundaciones como de sequía y objeto continuo de rogativas y procesiones, fue invocada como patrona de Valladolid desde 1637, aunque su proclamación oficial no se produjo hasta 1916, celebrándose un año después la coronación canónica de la imagen por el cardenal Cos. Asimismo, sería honrada como patrona con su declaración como Alcaldesa Honoraria de Valladolid, motivo por el que lleva incorporado permanentemente el bastón de mando y la medalla de la ciudad.

VIRGEN DE SAN LORENZO

La imagen supone una evolución sobre los modelos románicos de la tipología Theotokos (en griego Madre de Dios), con la figura entronizada de la Virgen sujetando sobre su pierna izquierda la figura del Niño, con lo que la Madre se convierte a su vez en el trono del Hijo. Es una talla de discreta calidad que no presenta la tendencia al naturalismo propio de su tiempo, a pesar de lo cual mantiene la gracia y el encanto del rusticismo y el esquematismo armónico propio del románico, siendo el rostro de la Virgen y su sonrisa, apenas insinuada, lo más atractivo de la imagen.

Las dos figuras adoptan una posición frontal, aunque el Niño, excesivamente esquemático, está colocado ligeramente ladeado. La Virgen viste una túnica azul ceñida al cuerpo, un manto rojo que cayendo desde los hombros le cubre las rodillas formando pliegues de aristas vivas, propios del gótico, y con su mano izquierda sujeta al Niño, que permanece ajeno al pomo que a modo de fruto le ofrece en su mano derecha. El infante repite la misma posición, sujetando un libro en una mano y la otra apoyada sobre un pecho de su Madre, representado como una parte anatómica extraña que adquiere el valor de símbolo maternal. 

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