MEDALLON DE PLATA 925 Y TURQUESA

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MEDALLON DE PLATA 925 Y TURQUESA

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 Colgante realizado en plata de ley 925 y piedra natural Turquesa autentica.

Ideal para combinarlo con cadenas largas y lucirlo como medallón, o bien con condón de caucho o piel para conseguir una bonita y original gargantilla.

Medida 7 X 4.5 cm


Si te gustan las piedras naturales te gustará saber mas de esta piedra tan especial.


La turquesa aunque se cree que procede de Turquia no es así, su procedencia es Persia. Los persas la llamaban "Feroza" o "Firuze", que significa "victoriosa".



En litoterapia, la turquesa natural tiene fama de ser una piedra calmante y tranquilizadora. Se dice que aumenta la empatía y la realización personal, y que ayuda a las personas a soltarse y a comunicarse mejor con los demás. Protege a quien la lleva de las vibraciones negativas.

La turquesa está relacionada con el chakra de la garganta. Se dice que fomenta la espontaneidad, la comunicación honesta y benévola, aumenta la confianza en uno mismo, ayuda a disipar la timidez y estimula la expresión creativa.


En Egipto la turquesa se utilizaba como abalorio y en la decoración.
Esta piedra se ha encontrado en forma de brazalete en momias en las excavaciones arqueológicas pues creían que les protegía en todos los viajes sobre todo en el paso a la vida eterna. La reina Zar, reina de la primera dinastía egipcia, llevaba un brazalete decorado con piedras de turquesa. Descubierta por los arqueólogos en su tumba, esta piedra servía de protección. La máscara del faraón Tutankamón también tenía piedras de turquesa. Además, el sarcófago de Tutankamón estaba engastado con numerosas piedras, como turquesa, lapislázuli, amatista y cornalina.
En Persia se utilizo como moneda de cambio para otros objetos.
En Asia oriental, principalmente en el Tíbet y la India, la piedra turquesa se utilizaba por sus propiedades medicinales y en joyería para hacer collares y colgantes de turquesa, así como en el arte. Para los tibetanos, la turquesa era un símbolo de valor, dedicación y benevolencia.
En Estados Unidos, los nativos americanos le atribuyen muchas virtudes: En el continente americano, muchas civilizaciones también utilizaban este mineral para fabricar máscaras.
La población azteca la utilizaba para decorar sus objetos ceremoniales y ensamblaba la turquesa con otras piedras preciosas, ellos creían que la turquesa era demasiado poderosa para ser usada por los humanos y que sólo los dioses eran capaces de hacerlo.
En cuanto a los apaches, la asociaban con la diosa del cambio, también llamada la “mujer turquesa”. Los cazadores colocaban una piedra de turquesa en sus armas, lo que les permitía no fallar nunca en su objetivo.
Los apaches creían en el turquesa por su alianza de cielo y mar, protegiendo y guiando a los guerreros y cazadores.
Los navajos consideraban esta piedra como un pedazo de cielo que había caído a la tierra.


En la época del Renacimiento, la turquesa empezó a ser conocida en Europa y se fue extendiendo poco a poco.





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